Mi expresión de género no define ni mi sexo ni mi identidad
La expresión de género incluye elementos como nuestra apariencia, conductas, comportamientos, preferencias, expectativas, cómo ocupamos el espacio público y privado, etc. que se relacionan socialmente a un determinado sexo.
En todas las sociedades existen normas distintas sobre cómo deben expresar el género las personas asignadas varones o hembras al nacer. Son las normas de la masculinidad y la feminidad. Estas normas varían a lo largo del tiempo dependiendo del contexto cultural y todas las personas son educadas en estas normas y se espera que las cumplan. Además, todas las sociedades otorgan un privilegio superior a las personas asignadas con sexo varón que expresan su género según las normas de la masculinidad y se identifican como hombres respecto a todas las demás personas.
Pero también en todas las sociedades siempre hay personas que expresan su género con disidencias respecto a estas normas.
KASA TRANS* Desvelando Identidades te informa de la importancia de las disidencias en la expresión del género
La policía de la expresión de género no permite disidencias
La policía del género se encuentra en todas las estructuras sociales, exige el cumplimiento de las normas de género y su objetivo es que no se generen disidencias. Además, delega en cada una de nosotras la vigilancia de estas normas en nuestro entorno inmediato.
Todas las personas somos cómplices de la policía de género. Actuamos en el mantenimiento, la transmisión y la vigilancia de las normas sociales de la expresión del género. Nuestra propia manera de expresarnos en el género influye en nuestro entorno inmediato. Tienen una relevancia especial en el control de estas normas las personas cuidadoras en la familia, el profesorado, los cuentos, libros y medios audiovisuales (anuncios, dibujos animados, programas de TV, etc.).
Feminismo, Identidades trans* y nuevas masculinidades: Voces disidentes
Las normas sociales de la expresión del género nos limitan. Limitan nuestras propias habilidades, capacidades y posibilidades como personas. La disidencia en la expresión de género es altamente castigada por el entorno en forma de micro y macro violencias.
La situación más evidente la vemos en las discriminaciones y violencias que viven las personas trans* en la sociedad.
- Desde el feminismo se ha reflexionado, cuestionado y reinventado la expresión de género considerada socialmente como femenina. Continúan habiendo normas que se nos imponen. Pero ya hemos hecho mucho camino desde la disidencia.
- El cuestionamiento de la expresión de género considerada socialmente como masculina está en su amanecer con reflexiones sobre nuevas masculinidades posibles. Avanza muy lentamente porque la policía de género actúa de manera especialmente rígida en el cumplimiento de las normas de género en las personas asignadas varones.
- Las personas con identidades trans* están cuestionando también las normas establecidas, más allá de los estereotipos rígidos de masculinidad y feminidad como ideales a alcanzar. Entienden el género como construcción social y tienen una visión muy crítica sobre las estrategias de control social que se ejercen respecto a los cuerpos, los roles y estereotipos de género. Todo ello está ampliando el imaginario trans*. Cada vez más personas, que se reconocen en identidades trans*. Sienten su identidad de género fuera de las definiciones del género establecidos en nuestra sociedad.
Disidencias en la expresión de género
La policía del género define determinadas partes del cuerpo, de la imagen corporal, vestimentas, juegos o actividades de ocio, profesiones, expresión de las emociones, actividades de cuidado, etc. como femeninas o masculinas. En realidad, cada persona nos situamos en un punto único de una línea que va desde la expresión de género estereotipada y rígida de lo masculino en un extremo a la femenina en el otro extremo. Incluso en cada uno de los elementos que configuran la expresión de género podemos hallarnos en un punto distinto.
Plantearnos cómo expresamos el género y transgredir algunos aspectos del mismo respecto a lo que la policía de género nos exige, nos permite ser en función de quien somos y no de quien se espera que seamos. En realidad, significa ir más allá de lo que se supone que es femenino o masculino. Un mundo en el que de una manera crítica expresemos el género como lo sentimos y no como se espera, será sin duda un lugar más habitable tanto para las personas cis* como para las personas trans*. La calvicie, el pelo facial y corporal, el tono de la voz, musculatura, etc. no son ni masculinas ni femeninas. Los pantalones, faldas, maquillaje, bolsos, pendientes, uñas pintadas no son ni femeninas ni masculinas. Sentir, cuidar, expresar emociones, etc. no son ni femeninas ni masculinas.
Desde KASA TRANS* Desvelando Identidades te recomendamos
- Piensa en cómo expresas tu género. Si realmente es como sientes que necesitas vivirlo o expresarlo o está condicionado por las normas de la policía del género.
- Piensa en cómo expresas tu género. En qué medida expresas disidencias respecto a las normas de la policía del género
- Si hay algún aspecto de tu expresión de género que te gustaría expresarla de otra manera, date el permiso para hacerlo.
- Ampliar tu expresión de género más allá de los estereotipos, te permitirá sentirte más a gusto. Además facilitarás la creación de un mundo, que sea más inclusivo para todas las personas sean cis o trans*.