La adolescencia suele ser una etapa llena de creatividad y sorpresas. Pero, las adolescencias trans* suponen un reto añadido para ellas mismas y para todas las personas de su entorno. Cuando reconocen su identidad trans* y la revelan a sus amistades, algunas se sorprenden y otras ya lo intuían. Dependiendo de su vínculo afectivo y de las creencias, más o menos estereotipadas y rígidas respecto al género, pueden rechazarla o celebrarla. Algunas amistades necesitarán hacer su propio recorrido personal para respetar su identidad trans*.
Cuando se revela a personas con una mayor vinculación afectiva (pareja, núcleo familiar o familia amplia, etc.), siempre se movilizan un montón de emociones positivas y negativas. Cada persona hará su propio recorrido personal y podrá responder a su manera. La mayoría acabarán respetando y celebrando su identidad. Pero algunas, no podrán abandonar su posición de rechazo.
Kasa Trans* Desvelando Identidades informa sobre como acompañar a las adolescencias trans*
Las primeras situaciones o sentimientos que condicionan preguntas en relación con el género pueden aparecer a cualquier edad y pueden expresarse o no. La sociedad exige unas normas de género en la imagen, preferencias, conductas y emociones, distintas en función del sexo asignado al nacer. Muchas personas no se sienten cómodas con estas normas, pero se adaptan, en mayor o menor medida y con mayor o menor éxito. Pero algunas, aunque intentan adaptarse, viven situaciones de confusión, incomodidad y/o malestar emocional, al no poder expresar el género como lo sienten y al recibir un trato en un género que no sienten que les corresponda.
Los cambios de la pubertad pueden plantear preguntas sobre la identidad
Al llegar la pubertad y empezar los cambios en el cuerpo, puede aparecer o aumentar la confusión, incomodidad y malestar emocional. Aparecen nuevas preguntas para poder dar respuesta a estas emociones. Algunas veces las relacionan con una posible orientación no heterosexual. Por ello, con frecuencia se reconocen como gays, lesbianas, bisexuales, etc. Otras veces, piensan que la causa de este malestar es debido a no expresar el género según las exigencias sociales. En estas situaciones, empiezan a expresarlo, de manera muy exagerada, según los estereotipos esperados de su sexo asignado al nacer. A veces, incluso, defienden discursos fóbicos hacía cualquier expresión de género que se aleje de estos estereotipos.
A la búsqueda de respuestas sobre la identidad
Esta experiencia puede aportarles un cierto equilibrio durante un tiempo más o menos largo. Pero, a veces les produce más malestar emocional. Ello obliga de nuevo a hacerse nuevas preguntas. Durante todo este proceso pueden vivir alguna situación “reveladora” (documentales, reportajes, personas conocidas que se reconocen como trans*, etc.). O buscan información en las redes sociales o en internet. A veces encuentran personas con vivencias y preguntas similares a las suyas que relacionan con su identidad de género, cosa que los lleva a cuestionar y explorar la suya. Con estos descubrimientos habrá quienes sientan miedo y decidan parar su búsqueda. También habrá quienes empiecen a encontrar respuestas y decidan seguir investigando, a pesar de una cierta confusión y miedo a su futuro. Pueden empezar a buscar un nombre y tratarse con el pronombre de acuerdo con el género en el que se reconocen. Pueden explicarlo a alguna de sus amistades y pedir recibir un trato que tenga en cuenta el nombre y el género en el que se reconocen.
Revelar la identidad trans* a la familia
Decirlo a quienes les cuidan en el núcleo familiar suele ser un acto de gran valentía y por ello pueden tardar meses e incluso años en revelarlo. A veces, cuando deciden revelarlo, sea presencialmente, por WhatsApp, en un escrito, etc., no utilizan las palabras ni las estrategias adecuadas. Les resulta muy difícil expresar lo que sienten, tienen miedo al rechazo, a que se les cuestione, se les juzgue, no se dé valor a lo que expresan y sean dirigidos a psicólogos que confirmen o nieguen su identidad.
Es importante entender todas estas dificultades para preguntarnos qué sentido tiene que mientan diciendo tener una identidad trans*. En nuestras sociedades, ser trans* no da ningún privilegio. Aunque sea un camino que puede ser muy positivo y en el que sentir mucho bienestar, la vida, en general, suele ser más fácil para las personas cisgénero.
Desde KASA TRANS* Desvelando Identidades te recomendamos
- Reflexionar sobre las dificultades que viven personas adolescentes cuando se hacen preguntas que relacionan con su identidad de género es fundamental para acompañarles sin cuestionarles ni juzgarles.
- Conocer qué estrategias han utilizado para conocer su identidad y ser capaces de revelarla a las personas de su entorno, facilita poder acompañarlas en su exploración del género y empatizar con sus necesidades.
- Reflexionar sobre las dificultades que viven los vínculos afectivos del núcleo familiar cuando una persona adolescente se reconoce en una identidad trans*, facilita darles un tiempo para que puedan llegar a entender, acompañar y respetar su identidad.
- La identidad de género es una parte importante de cualquier persona, pero no la única. Es importante que los vínculos afectivos entre las personas del núcleo familiar y sus adolescentes se mantenga, a pesar de tener visiones distintas en el acompañamiento de sus identidades trans*.