La pubertad es una etapa de cambios en el cuerpo por influencia de las hormonas sexuales (estrógenos o testosterona), producidas por los ovarios o los testículos. Tiene una edad de inicio, una duración y una intensidad variable en cada criatura. Ya antes de que aparezcan estos cambios, algunas criaturas trans* pueden sentir un cierto malestar ante esta etapa. Pensar en cómo va a evolucionar su cuerpo les puede dar intranquilidad.
El sistema sexo/género binario contempla dos tipos de cuerpos, que definen el sexo y a los que se supone un género. En las pubertades trans*, se desarrollan las características sexuales en función del sexo. Esto suele condicionar un sentimiento de profundo malestar en muchas de las criaturas, que no se reconocen en el género que socialmente se considera adecuado para su sexo. Estas criaturas y sus familias desean evitar los cambios corporales con el uso de bloqueadores puberales. Piensan que adecuar sus cuerpos a las normas de género impuestos socialmente, minimizará su malestar emocional.
En un escenario social donde se aceptaran todas las identidades, independientemente de los cuerpos que tuvieran, probablemente la pubertad de las criaturas trans* les plantearía menos retos tanto a ellas como a su entorno familiar.
KASA TRANS* Desvelando Identidades te informa sobre algunas dificultades en la toma de decisiones en las pubertades trans*
Las personas con identidades trans* forman parte de la diversidad humana. El cuestionamiento y exploración del género, más allá de las normas impuestas por la sociedad, o el reconocimiento como persona trans* puede tener lugar a cualquier edad. Si esto aparece a edades muy tempranas, el inicio de la pubertad y los cambios en el cuerpo, alineados con el sexo, pero no con la identidad de género en la que se reconocen, obliga a veces a plantearse decisiones que no siempre son fáciles de tomar.
Tomar decisiones desde la incertidumbre
Cada criatura trans* puede tener diferentes necesidades en esta etapa. Las familias son quienes más conocen estas necesidades y, a menudo, tendrán que tomar decisiones, que no siempre serán fáciles.
Sus propias creencias respecto a las personas con identidades y cuerpos trans*, pueden condicionar opciones muy distintas en situaciones muy similares. No hay una mejor que otra. Todas las opciones tendrán sus ventajas y sus desventajas. Además, los sentimientos y vivencias de cada criatura y de cada familia pueden ser muy distintos. Ello condicionará que haya caminos y recorridos distintos. Todos ellos son absolutamente respetables.
Dilemas en la toma de decisiones
Ante los primeros cambios en el cuerpo, debidos a las hormonas sexuales producidas al inicio de la pubertad, suele plantearse el dilema de si dejarlos evolucionar o detenerlos con bloqueadores puberales.
En caso de elegir esta última opción, deberá decidirse cuando es más adecuado para empezar el tratamiento. La mayor parte de decisiones que se tomen, no tienen una respuesta clara en la medicina. No hay parámetros biológicos objetivos que indiquen la necesidad de empezar este tratamiento. O en caso de decidir empezarlo, en qué momento sería más útil. Por ello, las criaturas trans* y sus familias son protagonistas fundamentales de todas y cada una de las decisiones que tomen. Los deseos y necesidades expresadas por la criatura y las reflexiones que les hagan y se hagan las familias sobre las ventajas y desventajas de cada decisión, van a condicionar su camino.
En cada etapa será necesario que tengan la mayor información disponible. No hay estudios clínicos, que comparen la evolución de las criaturas que se reconocen en una identidad trans* al inicio de su pubertad y deciden dejar evolucionar los cambios puberales, respecto a quienes deciden bloquear estos cambios. Y tampoco hay estudios sobre si hay diferencias en la evolución de las criaturas que deciden bloquear los cambios, en función de en qué momento de la pubertad inician el tratamiento. Ello no permite conocer los efectos, a largo plazo, de tomar cada una de estas decisiones.
No hay opciones ideales
Muchas veces, las criaturas, sus familias y también los profesionales de la salud actúan como si la mejor opción fuera bloquear los cambios puberales justo al inicio de esta etapa. Consideran, que ello evita:
- El malestar emocional de la criatura
- El desarrollo de las características sexuales no alineadas con el género en el que se reconoce
- Las situaciones de incomodidad con su entorno social al tener un cuerpo no normativo
- Las intervenciones en el futuro para cambiar estas características sexuales.
Aunque todo esto es cierto, es importante tener en cuenta que gran parte del malestar emocional de las personas trans* está relacionado con el no respeto y la no celebración de su diversidad por parte de la sociedad. Esto condiciona, en bastantes personas trans*, la no aceptación de su diversidad, la comparación permanente de sus cuerpos con los cuerpos cisgénero y la búsqueda incansable de la invisibilización de su diversidad (llamada cispassing) que muchas veces no permite que disminuya el malestar emocional. Por ello, se tome la decisión que se tome, es importante tener claro, que bloquear el desarrollo puberal solo permite cambios parciales en los cuerpos de las criaturas trans* y siempre habrá aspectos que diferenciarán sus cuerpos de los de las personas cisgénero del género en el que se reconocen.
Hemos de continuar intentando que todos los cuerpos, también los de las personas trans*, puedan ser habitables y celebrados. Es muy importante fomentar la autoestima y la deseabilidad de todos los cuerpos y de sus potencialidades y capacidades. También es imprescindible evitar falsas expectativas que puedan condicionar malestares futuros, incluso en criaturas que tengan acceso a todos los cambios corporales posibles con el uso de preparados hormonales y/o procedimientos quirúrgicos disponibles.
Desde KASA TRANS* Desvelando Identidades te recomendamos
- Reflexionar sobre las normas del sistema sexo/género binario y sobre los cuerpos normativos que impone. Transmitir creencias más abiertas respecto a los roles de género, las identidades de género y los cuerpos trans* puede facilitar que se viva con menos malestar esta etapa, y a su vez minimizar el malestar de las criaturas.
- Fomentar la autoestima corporal de las criaturas trans* sin crearle falsas expectativas. No todo podrá cambiarse. Sus cuerpos continuarán teniendo algunas características que serán trans*, siempre o durante mucho tiempo, y no cuestionan, en absoluto, su identidad.
- Buscar referentes entre las personas trans* adultas, que tienen una mirada crítica hacía esta sociedad binaria, que impone transformaciones corporales dirigidas a “normalizar” los cuerpos trans*, y celebran sus cuerpos con todas sus potencialidades y capacidades.
- Mirar sus cuerpos con naturalidad, sin buscar los primeros cambios de la pubertad. Cuando las criaturas los percibe y siente malestar con ellos, lo expresan directa o indirectamente, y entonces, es importante atender sus necesidades.