Quizás, tras bastante tiempo ocultando a tu familia cuál es tu identidad de género, has tenido el valor de decirles que eres una persona trans*. Afortunadamente muchas familias, tras sentir al principio un montón de emociones, hacen su propia transición secundaria y estarán contigo para que puedas ser, estar y expresar tu identidad. Pero, si tu familia no puede reconocerte ni respetar tu identidad y dependes a nivel emocional y económico de ella, tu camino va a ser bastante más complicado.
La familia debería ser un espacio de apoyo afectivo y emocional de todas las personas que la componen. Y este apoyo debería ser incondicional, fueran cuales fueran las circunstancias de quienes la forman. Por desgracia, hay familias que no pueden dar este apoyo cuando alguien se identifica como persona trans*.
Las normas sociales del sistema sexo/género binario condicionan que muchas familias tengan una visión muy normativa de los cuerpos, roles y estereotipos de género. Aunque son minoritarias, algunas familias no son capaces de ampliar su mirada respecto a estas normas, por más que te quieran o más información que se les ofrezca.
Según el U.S. Transgender Survey Report de 2015, el 18% de las personas trans* no han tenido el apoyo de sus familias, un 10% han recibido violencia familiar, un 8% han sido expulsadas de su hogar y un 10% lo han abandonado por el rechazo sufrido.
Kasa trans* Desvelando identidades te ofrece estrategias que puedes utilizar, cuando tu familia no te reconoce como persona trans* y dependes de ellos.
Veamos como distintas familias expresan sus dificultades en reconocer tu identidad trans*.
Hay Familias que no te aceptan como persona trans* y te dan argumentos para que desistas.
Si no les diste algunas pistas sobre tu identidad y hace poco que se la has comunicado, es relativamente normal que les cueste creerte y reconocerte como persona trans*. Cada persona de tu familia necesitará más o menos tiempo en hacer su transición secundaria. En este proceso es frecuente que utilicen argumentos para invalidar lo que dices que sientes. Quizás digan que no han visto nunca que estuvieras a disgusto con tu cuerpo y con tu género asignado e incluso siempre expresaste comodidad con los mismos. Pueden decirte que lo que sientes es por influencias externas, por tus amistades, porque está de moda, por todo lo que ves en las redes sociales, por darte importancia, por provocar, por tu malestar y confusión en la vida, etc. Pueden considerar que eres demasiado joven para tomar una decisión tan arriesgada, que te complicarás tu futuro, que te arrepentirás, que nadie te querrá, que no encontrarás trabajo, etc. Por ello, pueden exigirte que aplaces tu decisión a cuando seas mayor de edad o hasta que seas independiente económicamente.
Estos argumentos, a veces expresados desde el miedo, la rabia, la crispación, etc. son bastante frecuentes en los primeros tiempos tras identificarte ante ellos como persona trans*.
Veamos que se puede hacer en estas situaciones. ¿Qué hacer si tu familia no te acepta como persona trans* y te da argumentos para que desistas?
- Respirar hondo y tener mucha paciencia. Escúchales intentando pensar que te quieren pero tienen miedo a que esta decisión afecte tu futuro. Intenta no responder a sus argumentos al momento, pero haz una lista mental de sus argumentos para pensar con tranquilidad, en algún otro momento, argumentos potentes en respuesta a los suyos. En algunos momentos tranquilos intenta insistir en tus argumentos, sea por escrito o en conversación.
- Insistir, insistir e insistir. Muchas familias evitarán hablar del tema. Piensan que, si no hablan de ello, lo que sientes va a desaparecer, vas a resignarte y a abandonarlo, porque es algo transitorio ante lo que han de resistir. Mantenerte firme respecto a lo que sientes y no tirar la toalla es, a veces, lo que necesitan para poder reconocer tu identidad. Busca momentos tranquilos para expresarles, por escrito o en conversación, que continúas sintiendo lo mismo y necesitando que reconozcan tu identidad.
- Buscar estrategias nuevas. Cualquier iniciativa que utilices, puede funcionar o no. Deshecha las que no funcionan y utiliza las que crees que funcionan un poco mejor. Busca nuevas maneras de hacerles ver quién eres y lo que necesitas.
- Quererles y mimarles. Aunque suele ser difícil expresar amor a quien no te reconoce ni te respeta como persona trans*, sólo desde tu amor puedes hacer que evolucionen. El enfado y la rabia, que es normal que sientas, sólo conducirán a una espiral de violencia, que os hará daño. Condicionará más dificultades en vuestra relación y enlentecerá su aceptación.
Hay Familias que no te aceptan como persona trans* y además ejercen violencia y/o amenazas.
Algunas familias, además de expresar todo tipo de argumentos, ejercen violencias verbales o incluso físicas o utilizan amenazas de negarte el soporte económico o echarte de casa.
En estas situaciones, suelen ser menos útiles las recomendaciones antes comentadas y es poco frecuente que reconozcan tu identidad a corto o medio plazo.
Veamos que se puede hacer en estas situaciones. ¿Qué hacer si tu familia no te acepta como persona trans* y además ejerce violencia y/o amenazas?
- Buscar espacios de protección donde puedas ser, estar y expresar quién eres. Seguro que hay personas fuera del entorno familiar que te reconocen como quién eres y esta red de apoyo es fundamental en situaciones de violencia.
- Valorar los vínculos emocionales con las distintas personas de tu familia. Intenta mantener el vínculo emocional con aquellas con las que el vínculo es mayor y ejercen menos violencias. Comunícate con ellas desde el amor, intentando mantener este vínculo y establecer complicidades para conseguir el reconocimiento de otras personas de la familia
- Valorar el grado de dependencia económica y tus proyectos de futuro va a condicionar caminos muy diversos. En función de tu situación y tus proyectos de futuro, quizás decidas aplazar tu transición o buscar estrategias para conseguir una independencia económica que te permita hacer la transición, pudiendo mantener o renunciar a tus proyectos de futuro.
- Valorar la intensidad de la violencia es importante, porque ninguna violencia por mínima que sea es aceptable, pero ante ciertas violencias hay que valorar la posibilidad de tomar algunas decisiones contra quienes la ejercen, sabiendo que pueden ser muy dolorosas para ti y puedas perder para siempre algunas personas de tu familia a las que quieres.
Desde Kasa trans* Desvelando Identidades te recomendamos:
Cuando la familia no reconoce tu identidad y dependes emocional y económicamente de ella, en función de cómo seas tú y como reaccione ella, deberás buscar estrategias para facilitar su aceptación. Suele funcionar mejor actuar desde la paciencia, el amor y la comprensión de sus dificultades, que desde el enfado y la rabia.
Hay familias que, aunque sean muy reacias a reconocer tu identidad, evolucionan en un periodo de tiempo más o menos corto o largo hacía la aceptación. Intenta encontrar estrategias que acorten este proceso.
También hay familias, las menos, que hagas lo que hagas, aunque las mimes y tengas paciencia, no llegarán a reconocer tu identidad. En estas situaciones es probable que tengas que tomar decisiones dolorosas para ti. Busca espacios de protección que te acepten y profesionales que puedan acompañarte a minimizar este dolor.
Las familias deberían ser siempre un espacio de protección. Las personas trans* necesitan, como las demás personas, el apoyo afectivo y emocional de sus familias.